Nuestra historia comenzó en 1958, cuando "Don Raúl", como lo llaman cariñosamente nuestros clientes, inició su recorrido en el comercio en Córdoba. Con una bicicleta y un carrito como herramientas, vendía bulonería variada, acompañado siempre por nuestra querida abuela Kuka. Sin una sede fija, recorría ferreterías y bicicleterías, creando relaciones que perduran hasta hoy.
En 1964, Don Raúl inauguró su primer mostrador en Av. Patria y Catamarca, dando oficialmente su nombre a la empresa. Desde entonces, se enfocó en las ventas mayoristas, consolidándose como referente en repuestos y rodados de bicicletas. Incluso, "Kuka" dio nombre a nuestra marca de rodados, un homenaje a su fiel compañera.
Con la incorporación de sus hijos José Luis y Fernando, la empresa continuó creciendo. En los años 80, ampliamos nuestra red de clientes a nivel nacional y apostamos por la importación de marcas icónicas como Scott y Schwinn, líderes mundiales en el rubro. Para los 90, ya contábamos con sucursales en Córdoba y Buenos Aires, consolidándonos como un referente en el mercado.
Hoy, el legado de Don Raúl sigue vivo en manos de su familia. José Luis, su hijo mayor, transmitió los valores fundacionales a sus hijos Martín, Pablo y Francisco, quienes continúan impulsando nuestra visión de trato cercano y familiar, valorado por clientes y proveedores.
Esperamos que esta breve reseña los acerque a nuestra historia y los invite a formar parte de esta gran familia que es Raúl Cerezuela.